El eje primordial o fisura creativa (el jaino griego o bostezo creativo) se abre de la oscuridad (energía de disolución/reposo) a la luz (energía de percepción/acción) generando el universo. Las ideas, las partículas subatómicas, los sentimientos, las estrellas nacen de esta brecha. Si no la entiendes nunca crearás nada nuevo.



lunes, 17 de octubre de 2011

Para hacer realidad el cambio

“¿Es posible el regreso, la vuelta al inicio del camino? Se vuelve, nos enseña la sabiduría que se desprende de los mitos, las tradiciones y las religiones, pero se regresa cambiado, el que regresa es otro. Aprendizaje: transfiguración. Si el camino es una trayectoria en espiral, el método ahora consciente de sí descubre y nos descubre distintos.”
Educar en la era planetaria.
Edgar Morin, Emilio Roger Ciurana y Raúl Domingo Motta

Algo parecido dijo Salvador Pániker con su concepto retroprogresivo y su filosofía de la ambivalencia.

Para hacer realidad el cambio que se precisa no basta con defender el ecologismo es necesaria una mente ecológica. Es decir, una mente conectada y en equilibrio con la naturaleza, como la de los pueblos que han convivido en armonía con la naturaleza hasta la época de la razón ilustrada, la industrialización, la sociedad de consumo, la destrucción de los ecosistemas y de los recursos naturales, el despilfarro. Sin esta mente/conciencia a lo único que podemos aspirar es a ciertas reformas que a la larga agravarán los problemas. Es el error de la ecotecnocracia que se nos viene encima. No se trata de curar a la Tierra sino de dejarnos curar por ella.

Es necesaria una nueva oleada creativa.

El proceso creativo humano es análogo al proceso de creación en la naturaleza. La pedagogía del proceso creativo es análoga a la pedagogía de la acción holística. Y esto porque, en definitiva, se trata del mismo proceso energético con una única y misma estructura.

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